Que Sam Altman [CEO de OpenAI, creadores de ChatGPT] promocione su empresa con la premisa de que erradicará la pobreza en el mundo es la razón principal por la que hago esta entrada. Que pueda hacerlo no es, exactamente, el problema, puesto que la libertad de expresión es un derecho humano universal —a riesgo de tener que exponerse a la ignorancia ajena y exponer la propia... el problema yace en que eso no lo convierta en el hazmerreír de la comunidad. Pero, pensándolo bien, ¿qué clase de comunidad seríamos si actuásemos en el día a día conscientes de que la desigualdad es tan natural como el respirar? ¿En qué nos convertiría actuar sabiendo que el sol no puede calentar a todo el mundo por igual? Peor, que todos queremos, abiertamente o no, un verano perpetuo, independientemente del costo.
¿Cómo te sentirías si el objetivo último de cada una de las posiciones políticas no fuera —o no pudiera ser— un futuro «mejor», sino el simple hecho de obtener poder para el hoy? ¿Es posible acaso proteger el medio ambiente? ¿Podemos todos los seres humanos vivir en un estándar elevado? ¿Podría la inteligencia artificial idear métodos que nosotros no? ¿Y por qué no podemos llegar nosotros a esos métodos? ¿Qué es lo que realmente lo impide?
La tecnología puede mejorar ciertos aspectos de la vida, pero no puede garantizar un “futuro mejor” universal, debido a limitaciones físicas, ecológicas y sociales.
A menudo se dice que el ser humano está cegado por sus pasiones innobles, lo que lo lleva al pecado de la avaricia. Sin embargo, ¿hay acaso otro tipo de pasión? Sam Altman puede desarrollar un discurso vulgar como ese, porque no se ha metido en la mollera de sus oyentes cómo funciona la realidad material, lo que le permite manipular esa realidad. «Si ignoramos el hecho de que la realidad es esta, podemos plantear como posible cualquier cosa», es el significado real detrás de sus palabras. Su promesa se apoya en una abstracción, una negación del hecho de que toda producción depende de recursos finitos, cuerpos humanos, y ecosistemas reales.
Síntesis:
- Las promesas de la tecnología (IA) para erradicar pobreza ignoran las limitaciones materiales y ecológicas.
- La automatización, productividad y optimización reducen costos, pero no crean recursos infinitos ni solucionan desigualdad automáticamente.
- Las mejoras temporales suelen generar boom poblacional o consumo, que anulan los beneficios.
- El progreso es accidental y temporal, no garantizado, y cualquier discurso que lo presente como eterno es abstracto y manipulador.
La tecnología como escape de la crisis actual
Si le pregunto a su producto estrella, el ChatGPT actual, cómo sería esto posible (erradicar la pobreza gracias a la IA), me dice: «podría transformar la economía global de forma tan radical que el costo de producir bienes y servicios esenciales se acerque a cero». ¿Pero desde cuando la producción, que requiere de productos, puede tener un coste cero si de por si los productos son un coste asociado?
1. La automatización masiva del trabajo:
- Premisa → si la IA puede hacer gran parte del trabajo humano más rápido, barato y sin errores, los bienes básicos (alimentos, vivienda, energía, educación, salud) se vuelven mucho más accesibles.
- Corrección → Puedes hacer algo más barato, pero no puedes hacerlo a coste cero. El aumento del nivel de vida general también incentiva a la población a generar más individuos. Sobre la producción de bienes básicos, las primeras consideraciones serían...
- La calidad de la alimentación → ¿son nuestros vegetales realmente nutritivos? ¿Qué hay de la recuperación del terreno?.
- Las plagas y enfermedades → ¿nuestras vacas están sanas? ¿Qué tipo de antibióticos utilizamos? ¿Compensan insecticidas más agresivos para evitar la pérdida de cultivos? ¿Cuáles son los efectos de estas medidas en la salud del consumidor?.
- El clima → ¿los animales y los vegetales se están adaptando al ritmo del cambio climático?].
- La consiguiente sequía → ¿hay agua suficiente para destinarla al riego y a la consumición directa?.
- La vivienda → si necesitamos más vivienda digna, ¿dónde cultivaremos? Tanto la alimentación como el techo son necesidades que dependen de un mismo recurso finito: el suelo.
Es vital considerar que más agricultores para velar un solo tomatero no produce más tomates. Y más tomateros en un suelo que solo permite dos tomateros, tampoco.